Eritrofobia

El rubor facial

El rubor a una respuesta natural de la piel, al igual que palidecer. Ambas reacciones se dan cuando se contraen o relajan los capilares (pequeños vasos sanguíneos) que irrigan la superficie de la piel. Por ejemplo, ante el frío se produce una vasoconstricción por lo que la piel adquiere una tonalidad pálida, sin embargo al realizar un ejercicio intenso la cantidad de aporte de oxigeno demandado es mayor, por lo que es necesaria una dilatación de los capilares.

En la imagen podemos contemplar un esquema de los diferentes componentes de la dermis y la epidermis.

El flujo sanguíneo a nivel cutáneo posee como función llevar nutrientes a la piel y regular la temperatura del cuerpo. Cuanto mayor es el flujo sanguíneo cutáneo mayor será la cantidad de calor que se irradie. La restricción del flujo sanguíneo a nivel cutáneo reduce la pérdida de calor del cuerpo, lo cual es un elemento de importancia en un medio ambiente frío. El sistema circulatorio de la piel contiene tres tipos principales de conductos, por los que circula la sangre que permiten cumplir con esas dos funciones.

Causas de la aparición del rubor facial

Además de las condiciones ambientales de temperatura y actividad física existen otras causas por las que el rubor podría aparecer:

  • El llamado “rubor asiático” podría darse ante la imposibilidad que tienen algunas personas de metabólicas el alcohol debido a la ausencia de una encima.
  • La presencia de emociones intensas de ira, excitación, vergüenza, o simplemente el estrés generalizado.
  • Líquidos calientes.
  • Exposición solar y/o exposición al viento.
  • Comidas picantes (condimentos y los productos cálidos).
  • Estrés y otros factores psicológicos (nervios, vergüenza, rabia, etcétera)
  • Uso continuado de corticoides (locales) fluorados.

Eritrofobia

De cada grupo de ocho personas que atendemos en Filia-social, dos al menos, tienen el rubor facial como el principal problema que les aqueja. Forma parte del grupo de síntomas que afectan a aquellas personas que temen mostrar su ansiedad social de forma involuntaria a través de diferentes manifestaciones corporales. El temblor y la sudoración excesiva o hiperhidrosis completan el cuadro.

La eritrofobia (miedo a mostrar rubor en público, en situaciones donde la persona cree que no debería mostrarse) puede resultar sumamente invalidante para aquellos que la padecen, ya que se sienten terriblemente expuestos y vulnerables al considerar que el rubor les delata de alguna manera y les hace mostrarse a los demás como personas débiles o inferiores. La persona puede temer precisamente que su sentimiento de vergüenza sea percibido por los demás, abriéndose un circulo vicioso donde lo que avergüenza a la persona es mostrar signos de vergüenza.

El eritrofobico no tiene porque ser tímido, ya que puede interactuar normalmente en las situaciones, a no ser que se perciba con rubor, o tema estar en una situación desprotegida donde su rubor pueda ser percibido. Es entonces cuando su seguridad y confianza desaparecen de golpe. Es como si constantemente temiesen ser descubiertos como defectuosos, ¿y que evidencia que son defectuosos? El hecho de que se ruboricen en una situación donde no deberían hacerlo.

La gran desgracia de la persona que padece estos síntomas es que llega un punto donde consigue, mediante su miedo, ponerse cada vez más roja, mientras intenta evitar a toda costa que sea así. Por lo que la única salida que logra ver es la evitación de determinados lugares y eventos sociales que le impidan pasar el mal trago. Por lo que la persona va evitando cada vez más situaciones. Por otro lado el individuo tiende a exagerar su nivel de rubor, y el nivel de vigilancia de los otros, teniendo una serie de distorsiones cognitivas que empeoran aun más la situación.

Algunas clínicas ofrecen una operación llamada simpatectomía. La simpatectomía es una operación que se realiza bajo anestesia general y que resecciona (corta) algunos de los ganglios de la cadena del sistema simpático, ubicada al interior del tórax, en paralelo a la columna vertebral, para dar solución a la hiperhidrosis o sudoración excesiva de cara, manos y axilas. Dicha técnica no está exenta de efectos secundarios y posibles complicaciones, según nos han referido algunos pacientes. Entre los principales se encuentran:

 

  • Sudor compensatorio (depende del caso puede ser más o menos severo)
  • Hipotermias.
  • Neumotórax.
  • Hemorragias internas