Observamos que no importa lo buenas que sean nuestras relaciones, ya que seremos criticados de vez en cuando. La manera que tengamos de afrontar las observaciones críticas es crucial para seguir manteniendo las relaciones.:
A veces nos hacen una crítica y, normalmente, se responde de forma defensiva ante una crítica; hablamos por tanto de que las primeras reacciones que podemos tener serían la de negar la crítica o ignorarla, quitarle importancia a lo que nos acaban de decir debido a que restamos importancia a la opinión de la persona en cuestión, o hacemos otra crítica como respuesta…
Es importante para estos momentos pensar que a lo mejor es bueno aceptar las críticas, porque igual lo que nos están diciendo es cierto y lleven razón.
Gardner (1981) plantea cómo abordar de manera constructiva las críticas:
1. Pedir detalles. Cuanto más especifico mejor: Quien Como Cuando y Donde.
2. Estar de acuerdo con la crítica. Hay dos clases de expresiones de acuerdo….
Estar de acuerdo con la verdad.
A menudo parte de lo que nos dicen es cierto. Eso no es lo dañino, no es lo que tenemos que filtrar. Tenemos que tener cuidado con las generalizaciones (Nunca, siempre…) o cuando la crítica se dirige a nuestra persona y no hacia nuestra conducta.
Estar de acuerdo con el derecho del crítico a tener una opinión.
Es en este punto donde hay que saber distinguir entre la crítica y las posibles conclusiones que la acompañan (por ej. “no me dejas nunca la moto porque no me quieres”); si aceptamos la crítica porque la razón, sopesándola, es real (en el ejemplo, “no te dejo la moto nunca”), no tenemos porqué afirmar que la conclusión que el otro se sacó de la manga, tenga por qué ser verídica (“no me quieres”), porque… “¿Qué tendrá que ver que no te deje la moto nunca para que te quiera o no?”. Son las conclusiones y no los hechos lo que puede ser más peligroso en una crítica.
Por tanto, la idea se basa en que si nos agarramos a las coletillas de los demás, es cuando nos enganchamos a algo nocivo y equivocado. Son las conclusiones, y no los hechos, lo que hace que la crítica sea peligrosa: cuando se nos critica por ejemplo del estilo “eres tonto”, pensemos, ¿Es que somos tontos todo el día?: hablamos tontamente, miramos tontamente, respiramos tontamente…. ¿Qué significa?. Y es que estamos acostumbrados a sacar conclusiones generalistas que no sirven normalmente de nada.
Por ello, los procedimientos defensivos tienen que ver con el hecho de estar de acuerdo con la crítica, pero no con las conclusiones. Estos procedimientos se suelen emplear cuando tratamos de rechazar algo, de defendernos del otro individuo (defendiendo nuestro espacio, nuestro tiempo, etc.) o, en general, de interrumpir un patrón de interacción destructivo e injusto, reemplazándolo por una comunicación justa y mutuamente respetuosa.
Cuando las habilidades de defensa se utilizan por primera vez, es probable que el receptor de esta interacción se sienta más o menos frustrado por no ser capaz de influir sobre nosotros de la manera deseada. En este caso es probable que la comunicación termine con cierta rapidez. Pero este corte en los canales de comunicación es sólo temporal, normalmente, y es probable que la interacción se transforme en otra más equitativa, si la otra persona es capaz de reconocer que somos capaces de defender nuestros derechos y protegernos a nosotros mismos.
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