Absolutamente todos hemos tenido alguna vez de «ser el nuevo» (en una clase o curso, en un trabajo, etc). Es un proceso de adaptación que puede ser fácil o difícil dependiendo de factores como la personalidad de cada individuo y también de las características del entorno en el que se está introduciendo.  Las personas con fobia social no suelen llevar bien esta situación, pues remueve muchos conflictos internos y viejas experiencias de rechazo. Ante estas circunstancias hay claves que nos pueden ayudar a sobrellevar mejor la situación:

  • Actualizarse y aceptar la situación: La gente necesita tiempo para conocerse, y si vas a un ambiente nuevo debes asumir que eres «nuevo» por muy paradojico que parezca. Sobre todo evitar las comparaciones con como se relacionan los demás vs como me relaciono yo con ellos (ellos no son nuevos, yo si).
  • El saludo no sobra: Ante la duda de saludar o no a la gente desconocida hemos de tener en cuenta que siempre será mejor saludar que callar, independientemente de lo que hagan los demás. Esto es así porque el hecho de saludar no es más que una muestra que transmite una idea básica «hola, estoy aquí. Soy amigo, no enemigo», es una forma de dejarse ver. Vemos cómo saludar y dar la mano son rituales que en su día tenían el sentido de crear un ambiente cordial en el que quede entendido que «somos amigos» (por ejemplo el hecho de darse la mano surgió para asegurarse de que la mano del otro estuviese ocupada y no se dirigiese a su espada para intentar matarnos).
  • Hacer uso de los espacios comunes, como una sala de descanso, favorece que las personas veteranas puedan conocernos en otro ámbito que no sea la tarea a realizar propiamente dicha, sino que al cambiar la situación aunque sea dentro de un mismo contexto se favorecerá la comunicación ya que se trata de interrelacionarse en un ambiente más distendido.
  • Buscar conexiones: proponer a las personas que hayamos encontrado interesantes hacer una actividad común con nosotros, como por ejemplo que nos acompañen a por una botella de agua y así continuar la charla de camino o tomar un café juntos para desarrollar una actividad conjunta. Se trata de poner de nuestra parte en la relación que se está estableciendo, mostrando interés al proponer hacer un breve receso en la actividad que estamos llevando a cabo, buscando unos minutos en los que nos podamos conocer más.
  • Estate atento a las personas «Diana«. Tener presente que habrá muchas personas que puedan interesarnos por sí mismas y que además podrán favorecer que conozcamos a otras muchas de su entorno que nos pueden resultar atrayentes: «hay personas diana que llevan a otras dianas», es decir, que es importante tener presente que nuestro círculo de relaciones no queda restringido al compañero que tengo al lado, sino que a través de éste también es posible que conozca a otras personas muy agradables que susciten mi curiosidad.

Tratamiento de la fobia social

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