Una situación temida entre las personas que tienen que hablar en público, o ante un grupo de personas es la de «quedarse en blanco». El temor a que esa situación ocurra hace que dichas situaciones se eviten.

Hay quienes en un intento por evitar ese momento embarazoso deciden armarse de guiones en los que se transcribe la totalidad del discurso, mientras por otro lado intentan memorizar cada palabra sin saber que ese es el camino mas rápido para conseguir el bloqueo. No queremos decir que no haya que preparar el discurso, sino que hay que dejar cierto espacio para desarrollar las ideas y no autoasfixiarnos con planteamientos rígidos. Por eso el primer aspecto al que tenemos que prestar atención es a la elaboración de un material que o nos estorbe y nos ayude. En vez de plasmar todo lo que vayamos a decir es mejor utilizar «fichas de apoyo». ¿Que recomendamos a la hora de elaborar y manejar dichas fichas?:

  • Procura que sean esquemáticas y no estén recargadas de texto. Tan solo deben contener las frases principales con los títulos y subtítulos de tu presentación.
  • Numera las fichas para evitar que se te te desorganicen.
  • Utiliza una letra grande, que sea fácil de captar con una mirada rápida
  • Si vas a utilizar ejemplos para ilustrar algunos puntos realiza un dibujo que te permita acceder rápidamente a dicho ejemplo.
  • Practica tu presentación o exposición previamente usando tus fichas
  • Utiliza las fichas como parte de tu presentación, no es necesario que las escondas.

Aún así es posible que tengamos momentos en los cuales nos quedemos bloqueados a la hora de hablar en público, a continuación os enumeramos seis maneras de salir del atolladero:

  • Reconocerlo. No has matado a Kennedy, y no estas contribuyendo a los planes de enriquecimiento de uranio de ningún país emergente, así que deja comportarte como si te hubiesen pillado en algo tan grave, las personas perdemos el hilo, y a veces no sabemos por donde salir. El primero que tienes que restar presión eres tu mismo, y es posible que te consigas ganar la simpatía del público cuando descubras tus cartas. Eso te dará un tiempo precioso mientras bromeas sobre ello para reorganizarte.
  • Lanza la patata caliente. Pregunta al público («¿alguien sabe de lo que estamos hablando?», «¿Que opináis acerca de…?», «¿Os ha quedado claro…?», deja de compartir la carga del discurso como Atlas sosteniendo al mundo y reparte la carga. También podrías lanzar al aire una pregunta retórica si no puedes interactuar bien con el público.
  • Da un ejemplo sobre lo que acabas de hablar. Una imagen mental vale mas que mil palabras, las personas que te están escuchando olvidaran tus palabras, pero no los símiles y las metáforas que se extraigan de tu discurso.
  • ¡Salta conmigo!. Las personas que te escuchan no tienen tu guión, ni saben en que parte del discurso estas, ni lo que te falta por decir… ¡Salta!, deja de estar pendiente de resolver el lapsus y vete a otra parte con un puente tipo: «En otro orden de cosas…», «volviendo al tema anterior…», «se preguntaran porque no he mencionado antes que…».
  • Haz un resumen de lo dicho hasta ahora. “Pues lo dicho…”, “En definitiva…” Muestre cómo se ha llegado a algo. “¿Cómo he llegado a esta conclusión?…”, “¿Cuál ha sido el camino que me ha llevado a esto?”.

Lo importante como siempre no es el hecho en si, sino como lo abordo…

Tratamiento de la fobia social

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